lunes, 31 de marzo de 2008

Patafísica

Relamerse siempre es un nuevo comienzo. El llegar de un crepúsculo que anuncia la pronta aparición de un alba distinta, nueva.
Darnos señales es primordial.
Creer en la patafísica como medio para celebrarse.
Aunque desconozcamos la certeza de su significado, siempre habrá un recoveco inhóspito, menos explorado, fuera de sistemas y de síntomas, de síntesis y de sentencias. De sístoles y de diástoles.
Donde la patafísica sea esa burbuja con cara de cuerpo y cuerpo de grafitti, arena irremediable de una playa que fue océano cuando los peces caminaban, y nunca se multiplicaron ni los panes.
Y la patafísica pueda volar, y poco tenga de patas o lo tenga todo y de esa manera sea lo que el instante prefiera.
Arrullo, arroyo, ánfora, gota que rebasa lo meditado.
Y un gato, desde el tejado más alto se relama los extremos y anuncie un nuevo comienzo.
De patafísica, cardíaco, más eufórico que atónito,
siempre esdrújulo. Siempre.