lunes, 28 de mayo de 2007

Duermete

Duermete, tranquilo, que yo te arrullo...
Duermete, y mientras te traigo los besos y me llevo las voces.
Duermete y dibuja un fuerte con mi presencia.Duermete sereno, que no voy a despertarte, al paso que procuro que esa flor no te lastime.
Duermete y déjame dormir. Vamos a soñar juntos que gritamos, que el frío no duele, que se han ido las cenizas y que finalmente corrimos las nubes.
Duermete y procura que no te aplaste. Es que a veces me cuesta. Es que tanto me duele, y no lo ves, no parece.
Duermete y despierta, recuerdame que has dormido, repiteme que te necesito, que quiero que no te vayas, que a mi también me agrada dormir sabiendo que existes.
Duermete, duermeme (vamos a dormir) que mañana al despertar habrá que arrullarnos otra vez.

Bárbara (o breve explicación a cerca de mi nombre)

Considerandome en adjetivo y sustantivo (descartando la posibilidad de cualquier Edipo o Electra y tomando sólo el sustantivo y el adjetivo), debo confesar que me siento más sustantivo.
Y, para ser sincera, en nada me apena.

viernes, 25 de mayo de 2007

Brazos

Tienen tus ojos ese tono especial, entre espasmo y ausencia.Silencio y palabras contenidos en un mismo guiño.Emigras y vuelves, porque sabes que sin ser tu nido, aún me queda un resquicio de gratitud por esas malas palabras.
Sabemos callarme y dibujamos como ninguno, cuando la cartografía moderna nos obliga a trazar nuevos destinos.Buscaste en mi ombligo respuestas, pero allí no estaban.Tampoco mis cabellos tenían la solución, y ni siquiera te sirvió mi dolencia reprimida como batiscafo para descubrirte en tu abismo.
Me fui -¿qué importaba?- no había en mi un solo grito de aliento, un pedido de socorro, mucho menos la necesidad de encontrarte despierto.
Pero aún queda una llave allí donde están mis uñas, donde encuentras mis dedos y tomas mi mano. Dónde no te pido y te ofreces, dónde existo sin quererlo, dónde nos ataca el silencio y lo embarcamos sin destino a dónde nos quiera deshechar la marea. Y aunque a veces me muera, y otras veces no existas, nos publiquemos invencibles o nos tejamos inanimados; aún persiste la certeza de que puedes contar conmigo.

jueves, 24 de mayo de 2007

Regresiones

Había algo que quería contarte? Ya no recuerdo.
Supongo que el fervor acumulado de un reloj que no cesa, una pava que ebulle y me anuncia que no habrá ronda de verde (al menos no si no vuelvo a llenarla) y el deseo incontenible de estrellarme contra los azulejos de esta pared tan fría, que aún no aprende a dar abrazos; me han propiciado de esa amnesia tan deseada durante mis años de calesita "No me gusta ese caballo y nunca atrapo la sortija, vamos!".
Voy a pellizcar una hormiga hasta que me muerda, y sentiré que puedo hacer volar lo que yo quiero con la punta de mi dedo mayor, que aún no aprende a ser descortés. Llenate de moretones de infante- de esos que se esconden en el anonimato- son hibridos sin nacionalidad ni procedencia; y limpiame la nariz con tu manga que ya está sucia.
Ahora vuelvo al azulejo, a la senilidad y a la sincronía del destiempo. Mírame, hay algo que no te dije, se me cae por el anteojo. Es mi arte de callar y el suyo de escurrirse.Son tus vuelcos, mi vida, que me hacen girar. Y soy calesita( y no, no quiero), y soy caballito victoriano (sácame de este asco, me parezco poco a Napoleón), y no encuentro la sotija (se sacude, me sacudo), musiquita de destierro y me voy...
Corro lejos, en compañia de la soledad que no lastima y respeta mis silencios, porque atrapó lo que de mis anteojos se escurre, y me lo sacó de la nariz con su manga, y me curó los moretones aunque no los conocía, y me tejió una bufanda de manos que me abrazan,son miles y aunque quise espantarlas no pude, yo solo tengo dos.
Una vez más el agua hirviendo, y está vez que no, que no vuelvo; y no habrá sintáxis que te salve, ni que me reconforte.