martes, 27 de julio de 2010

Acceso Denegado.

En estos tiempos de grueso tinte binario que nos envuelve,
Yo quisiera pedirte una sonrisa a medias;
las tres sílabas que encantan tus decires;
un poema algo tosco que me diga que del sol y de la luna no se habla.

En esta cyber-era que repinta todo de posible y de improbable,
A mi me gustaría desatar los cordones de cada uno de tus zapatos
Y despreocuparme por la métrica y la rítmica, al menos por esta tarde.
Imaginar castillos y canguros, cadalsos y cantoras. Caminos y cóleras.

Incluso esta mañana de incontenible empatía digitalizada
Yo vengo a proponer nuestras siluetas desnudas, las caricias sin límite,
Las golondrinas, todas, llegando y partiendo sin preguntas.
Vengo a traernos un saltito a cada uno, también.

Más ferozmente hoy, que hay códigos de barras hasta en el desayuno,
A mi me surgen los globos aéreos y las bicicletas aladas,
Los paseos de verano, las pancartas de otoño, las marionetas quedándose.
Sacudirnos los precedentes y comernos los ojos, pero de ternura.

domingo, 11 de julio de 2010

Hoy me parto en sesenta y siete pedazos irreconocibles.

Hoy me parto en sesenta y siete pedazos irreconocibles.
Para morderte desde confines bien distintos,
Con mis dientes más sinceros y mucho menos amables que esos otros tantos dientes que te rodean.
No me encuentro, pero me busco.
Y si algún día me hallo sentada o a caballo, procuraré no asustarme de mi misma.
Que en la mordaza que llevo caben todas las caricias, en silencio.