miércoles, 22 de junio de 2016

Algo sobre la vuelta.

Desandarnos una, cien veces. 
Las que sean necesarias. Sin contarlas. 
Porque hay un río de miedo en cada cálculo 
al que no vamos a regalarle nuestros pies esta vez.
 
Sucedernos, casi como si fuera inevitable,
 entre lo indecible y la palabra. 
Quedarnos allí, en ese silencio absorto de vocales con- sonantes.
 
 La noche me silba y yo me entrego. 
Aún no aprendo, no quiero aprender, cómo se niega una melodía. 
¡Las quiero todas! 
quiero llenarme de ellas hasta el último relato que me contenga.
 
Masticarme las esquinas para reafirmar los bordes, 
lo limítrofe real entre mis propios dientes. 
Al fin resulto cuerpo!
 
En este ahora que antes nos quiso ver muertos 
voy a sacudir cada espacio que negué para traerlo a la vida.

Abril 2016

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