miércoles, 22 de junio de 2016

Resignificación del Espejo

Si empezara por encontrar las palabras,
acaso perdería la búsqueda que antescede.

Y no viviría el mareo existencial
de reconocer quién soy antes de decirme.

Que primero hay que saber que nombrarse
No es, ni debe ser, hacer sentencia
Y nombrarse sanamente es de las decisiones felices.

Las huellas que me encarnan
Son fotogramas del camino.
Las llevo como Bertolt al ladrillo
Para mostrar cómo era su casa.

Así me recuerdo, me abrazo,
Me perdono si es preciso y me lanzo
Amorosamente al presente de palabras y sentires.

Para eso está el espejo.

Febrero 2015

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